José Grau.
Editorial Peregrino. 2014, 37 pp.
Este opúsculo o folleto para ser más exactos, recoge un texto del Dr. José Grau escrito por lo menos antes del año 2000, lo que viene a ser otra obra póstuma de un autor al que se le considera uno de los más grandes teólogos evangélicos españoles del siglo XX. Podemos afirmar lo de la fecha porque en una ocasión emplea el término pesetas para referirse a la moneda de uso corriente cuando lo escribió. Para que a una obra se reconozca como libro, según la Unesco, debe poseer 49 o más páginas; cuando va desde 5 a 48 es un folleto. Esto no le resta importancia, que no se mide por el número de páginas, sino por el contenido, el cual es excelente.
Esta pequeña obra está compuesta de una introducción en que trata los ejemplos de la Escritura con referencia al mayordomo, seguida de tres capítulos que se ocupan de la mayordomía, la responsabilidad social y los obstáculos e impedimentos para la mayordomía total.
Si tenemos que destacar alguna parte de la obra, es aquella que precisamente le da título, que también puede expresarse como “consagración total”. Porque la mayordomía cristiana, no consiste solamente en la sabia administración de los bienes materiales que el Señor nos ha dado o también prestado en usufructo, sino con la totalidad de la vida del creyente que pertenece a Dios. Todavía más, como lo expresa el autor: “Como parte de nuestra mayordomía, no solo debemos administrar nuestro tiempo y habilidades, además del dinero también tenemos responsabilidades en relación con la naturaleza, la sociedad, la humanidad, el prójimo y el lejano”.
Por su importancia teológica y práctica, el tercer capítulo es excepcional. Aquellos que nos sentimos honrados de haber estudiado con el profesor Grau, como alumnos del CEEB, le oímos muchas veces lo que ha plasmado en unas pocas páginas sobre la influencia de las herejías que han infectado a la cristiandad desde hace siglos, sintetizándolo en una frase: “A menudo, las herejías desaparecen en la historia de la Iglesia solamente para volver de nuevo como falsas ortodoxias. Al no haber podido entrar por la puerta grande, lo hacen por la puerta trasera de las cocinas de los conventos si es necesario…”. Menciona al platonismo, el gnosticismo y el neo-platonismo, siendo la expresión máxima el docetismo, una forma de gnosticismo. ¿Cómo ha influido esta filosofía en la Iglesia? El autor menciona, en primer lugar, su influencia en el concepto de evangelización, pues se entiende como algo que se relaciona solo con la salvación del alma y la vida venidera, dejando de lado todos los aspectos que constituyen la vida humana, como el cuerpo, la propiedad, el trabajo, la cultura, la ecología, etc. En segundo lugar, este modo de pensar no tiene en cuenta la mayordomía total al no extenderla a todas las áreas de la vida cristiana. En tercer lugar distorsiona la enseñanza de la Biblia, al separar al Dios de la redención del Dios de la creación. En cuarto lugar, la influencia del docetismo afectó también a la noción de Iglesia, al contemplarla como una institución de cristianos “separados”, lo que condujo al monasticismo.
Para lograr el equilibrio entre estar en el mundo y no ser del mundo, debemos reafirmarnos en cuatro doctrinas básicas de la fe cristiana: la creación, la encarnación, la resurrección y la expiación.
Saludamos efusivamente la iniciativa de Peregrino de editar estas páginas que forman parte esencial del pensamiento del Sr. Grau, aunque nos quedamos con las ganas de disponer de un texto más extenso. Ni qué decir tiene que recomendamos esta obra a nuestros lectores, ya que no tiene desperdicio y nos abre un amplio abanico de posibilidades de seguir profundizando en la mayordomía total.
Pedro Puigvert