Pedro Gelabert.
Bibliasfera, 2016, 160 pp.
El subtítulo reza así: Una visión apasionada de la pasión del Señor. En el prefacio, Jonathan Gelabert, explica en un párrafo el objetivo de esta obra, aunque el subtítulo lo sintetiza muy bien: “Es contarnos aquellos días clave en la historia de una forma distinta, rompiendo explícitamente la cronología, para leer los acontecimientos, no con el corazón constreñido de los discípulos que (en un alarde de humildad y honestidad) hicieron el sobreesfuerzo de explicárnoslo tal cual lo vivieron entonces, sino desde la perspectiva entusiasta, embriagada de locura y pasión, tras el encuentro con el Jesús resucitado”. El mismo autor indica que presenta el texto en dos partes principales: la primera es expositiva y tiene tintes apologéticos; la segunda es narrativa en que considera la pasión de Jesús desde la perspectiva de su resurrección. El libro se cierra con un anexo titulado “La voz de los poetas”, que recoge poesías de Mariano San León y Santos García Rituerto, cuya lectura se sugiere en diferentes lugares del libro.
Después de la primera parte, con una exposición sobre la locura de Dios que parte del texto paulino sobre la locura de la cruz (1 Co. 1:18-25), en que expone varios “desdes”, el de la incredulidad disfrazada de ciencia, el mismo inicio de la historia, la voz de los profetas, una lectura razonable de la historia y un viaje al origen del universo, entra en la segunda parte que es el meollo de todo el libro: la pasión de Jesús. Contempla la pasión de Jesús de modo totalmente diferente a como se suele tratar; en vez de empezar por la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, lo hace por el domingo de resurrección, rompiendo el orden cronológico, según su propia confesión, porque dice: “me acerco a los distintos escenarios como observador que ya conoce el final de la historia, y que, por lo mismo, puede ir mezclando lo que va relatando con las impresiones personales de un cristiano del siglo XXI, que por la providencia de Dios y la fidelidad de generaciones y generaciones de creyentes, tiene en sus manos los Evangelios”. Esto podría entroncarse con lo que dice el editor Jonathan Gelabert, que en nuestros cultos están muy presentes los sufrimientos y la muerte de Cristo, pero muy poco su resurrección y, podríamos añadir nosotros, tampoco su regreso en gloria y eso que en las palabras de la Cena del Señor transmitidas por Pablo, leemos que debemos celebrarla hasta que él venga.
Como no es un libro de doctrina en el sentido teológico del término, no podemos decir nada de aquello que de otro modo tendríamos que dar una explicación, y como tampoco es una obra exegética, solo queremos mencionar que hubiera sido de provecho espiritual en línea con el contenido, decir algo más sobre la conversación de Jesús con Pedro junto al mar de Tiberias, pues aunque es correcto traducir las respuestas de Pedro a las dos primeras preguntas de Jesús, como tú sabes que te amo, sin embargo, hay una diferencia porque literalmente es tú sabes que te quiero (NVI) o que te tengo afecto (Lacueva).
Coincidimos con el autor que el objetivo de este libro ha sido compartir su pasión por la Pasión de Jesús de Nazaret, pero también renovar nuestro apasionamiento o redescubrirlo si es que estaba escondido. Sin embargo, lo principal para nosotros es que sobre todo puede ser de bendición para los que todavía no han tenido la experiencia de saberse y sentirse amados por Dios. Al tratarse de un relato de los hechos centrales de la fe cristiana, es sumamente apropiado para ponerlo en manos de los no creyentes, sin ser en realidad un libro evangelístico, pero sí muy evangélico.
Pedro Puigvert