Jeremías, Lamentaciones, Baruc

la biblia cubierta AN-10 (Page 1)Obra preparada por Dean Wenthe y Sever J. Voicu.
Editorial Ciudad Nueva, 2016, 501 pp.

Este es el volumen 14 de la serie de comentarios bíblicos tomados de escritos de Padres de la Iglesia y de otros autores de la época patrística sobre los libros canónicos de Jeremías, Lamentaciones y el apócrifo Baruc. Sobre esta serie no vamos a añadir nada a lo escrito en la recensión que precede a esta, a la que remitimos al lector. Hemos seguido el orden de la fecha de edición al colocarlos en esta revista virtual, aunque no coincida con el orden en que están en las Escrituras.

Los dos teólogos que han preparado este volumen, pastor luterano y profesor del seminario Teológico  Concordia, el primero; católico y profesor invitado en el Instituto Agustino de Patrística en Roma, el segundo, señalan en la introducción que los comentarios a los escritos de Jeremías hechos por los Padres de la Iglesia tenían como objetivo el cuidado pastoral y la formación de la Iglesia. Esta leía la Biblia con los ojos de la fe, con intuición espiritual y devocional, que es a fin de cuentas lo que hacían también sus pastores en las homilías, la catequesis, la apologética y la liturgia. Sin embargo, pensamos que esto no les exoneraba de una interpretación correcta de la Biblia, entendiendo por correcta, que las Escrituras eran la revelación que Dios nos había dado en el marco de la historia de la salvación, y debía interpretarse por lo que significan las palabras cuando fueron escritas y cómo las entendieron los primeros receptores de las mismas. No fue por casualidad que  en Antioquía surgiera una escuela de exégesis que se conoce como histórico-gramatical, cuya interpretación era la antítesis de la escuela de Alejandría, la cual había recibido la influencia griega contaminando tanto la exégesis judía como la cristiana del AT con su interpretación alegórica y sus fantásticas conclusiones alejadas del sentido del texto bíblico. Es curioso que Wenthe y Voicu, aludan a la interpretación histórico-crítica, sin mencionar siquiera el método histórico-gramatical.  Sin descartar algunos valores de aquella, creemos que la segunda es la que hace justicia al texto bíblico, pues los principios surgen de la misma Escritura.

¿Por qué en esta compilación se incluyen también los libros apócrifos llamados deuterocanónicos en las versiones católicas de la Biblia? Porque como dice el editor General de la serie, Thomas C. Oden: “Y dado que se trata de un proyecto intrínsecamente ecuménico, esta colección está pensada para lectores católicos, protestantes y ortodoxos, ya sean laicos o sacerdotes, profesores o simplemente personas interesadas en esta clase de estudios”. Baruc es el autor del libro que lleva su nombre y de la carta de Jeremías. En la Septuaginta estos dos escritos se distinguen y se colocan en este orden: Jeremías, Baruc, Lamentaciones de Jeremías y Epístola de Jeremías. Pero en la Vulgata se encuentran juntos bajo el nombre de Baruc y esta disposición es la que se sigue en esta obra.

Pedro Puigvert

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