Adrián Jorge Taranzano
Ediciones Secretariado Trinitario.2016, 472 pp.
El subtítulo apunta hacia un contenido que a priori suscita interés: En diálogo con la escatología de J. Moltmann. Para los que han leído a Moltmann y conocen su pensamiento trinitario y escatológico, este libro nos ofrece nuevas posibilidades de entendimiento por saber no solo su punto de partida, sino también la manera como se desarrollará esta obra. Por ejemplo, el teólogo alemán es autor de obras como Esperanza y planificación del futuro; Teología de la esperanza; El futuro de la creación; Trinidad y reino de Dios, entre otras, escritas en la segunda mitad del siglo pasado. Todas ellas relacionadas con el título del libro.
La ausencia de escatología en las descripciones de la renovación trinitaria y mientras la reflexión trinitaria ha ido ganando peso en la teología, sin embargo, la escatología no aparece especialmente mencionada o puesta de relieve. En este contexto se ubica el objetivo de este libro, dedicado a investigar la relación entre la doctrina de la Trinidad y la escatología de la mano del nonagenario teólogo reformado exprofesor de la Universidad de Tubinga. Manifiesta el autor de este libro que hay abundante bibliografía sobre la obra de J. Moltmann con estudios de todo tipo, pero hasta ahora no ha habido un trabajo específico sobre la relación escatológico-trinitaria y de ahí la originalidad de esta obra. Los objetivos principales del libro son tres: 1) “Identificar los ámbitos teológicos en los que la inspiración trinitaria se ha dejado ver más claramente y verificar en qué medida la escatología cristiana se ha beneficiado de esta renovación de la teología del siglo XX”. 2)”A través de lo investigado y de manera indirecta, poner de relieve la importancia y la necesidad de una escatología trinitaria explícita como ‘culminación’ de una teología trinitaria”. 3) “Ubicar y analizar en este contexto el aporte escatológico-trinitario de J. Moltmann, resaltar su importancia, comprender las ideas madres y sus presupuestos, señalar sus límites y esbozar las perspectivas abiertas, a partir de su recepción crítica, para la reflexión ulterior de una escatología trinitaria.”
El libro está estructurado en cuatro capítulos: el primero lleva por título “Una pericóresis entre los tratados”; el segundo “Desde la esperanza al futuro de la promesa”; el tercero “Un polifacético aporte a la escatología trinitaria”; y el cuarto “Una lectura sistemática”. Termina la obra con el epéktasis, palabra griega acuñada por Gregorio de Nisa que significa “siempre hacia adelante” y que aquí la usa como sinónimo de conclusión que mira al futuro. Debemos significar que realmente es una obra de investigación porque solo en bibliografía ocupa 35 páginas -además de las notas a pie de página-, de libros escritos la mayoría en alemán, no solo debido a que el diálogo lo mantiene con un teólogo de esta nacionalidad, sino porque su trabajo de investigación lo realizó en Alemania en donde se doctoró en teología dogmática, concretamente en la Ludwig-Maximilians-Univertität de Múnich. Taranzano nació en Balneario (Córdoba, Argentina). Tras sus estudios teológicos fue ordenado sacerdote y estuvo realizando su ministerio en la diócesis de San Francisco, en la parroquia Cristo Rey de San Francisco (Córdoba). Actualmente se dedica a la tarea docente en diversos centros teológicos argentinos.
El título del primer capítulo procede de una frase del teólogo jesuita Karl Rahner en relación con el misterio trinitario. Pericóresis es un término que expresa el grado de unión entre las personas de la Trinidad y los tratados son los específicos del Dios trino. En este inicio del libro, su diálogo es más bien con Rahner y otros, que con Moltmann. Llega a la conclusión que si bien la relación entre Trinidad y Escatología no ha sido ignorada, debe haber un planteamiento más decidido.
En el segundo capítulo parte del documento Gaudium et Spes del Concilio Vaticano II y lo conecta con la Teología de la esperanza de Moltmann. Es a partir de ahí que empieza el diálogo con la escatología moltmanniana que la relaciona con la experiencia del “prisionero de guerra que salvó su vida precisamente gracias a la esperanza cristiana y la fuerza incontenible que de ella brotaba”. Para el teólogo de Hamburgo, la escatología en el cristianismo no es un apéndice irrelevante sino el vínculo de unión de la fe cristiana. Como dice Taranzano, la teología de Moltmann se caracteriza por una “orientación hacia el futuro”. ¿Qué entiende Moltmann por escatología? Entiende la historia como la realidad instituida por la promesa divina, el pensamiento escatológico es “un pensamiento expectante”, que corresponde a la esperanza cristiana. Es la anticipación del futuro de Jesucristo y del futuro de Dios, y, por tanto, su punto de vista puede ser designado como “escatología futurista”, pero no la confundamos con la escatología futurista del dispensacionalismo. Admitimos y apreciamos que haya contribuido con su insistencia en la esperanza cristiana a incentivar la acción cristiana. Asimismo, que no tiene que ver con aspectos atemporales, sino con el cumplimiento de parte de Dios de sus promesas en la historia. Aunque no lo mencione el teólogo argentino, discrepamos de Moltmann en que ha enfatizado en exceso que el reino de Dios es algo solamente futuro descuidando su dimensión actual. Por otro lado, su interpretación de la revelación está hecha exclusivamente en términos de promesa, pasando por alto que también es revelación de los hechos salvíficos de Dios en el pasado. En tercer lugar, su descripción del futuro es vaga e imprecisa, porque no encontramos asuntos como el regreso de Cristo, el día del juicio, la resurrección final y la nueva tierra, y cuando hace alguna mención es abstracta. Aunque Taranzano alabe la valentía de Moltmann cuando expresa el sufrimiento de Dios en la cruz de Cristo, llegando a decir que también el Padre sufrió el dolor en la muerte del Hijo, sin embargo, manifiesta que lo llevan a especulaciones trinitarias demasiado frágiles cuestionándolo con palabras de Rahner diciendo que “se mueve en el reino de la gnosis”.
Del tercer capítulo cabe destacar el concepto judío de la shekinah que Moltmann interpreta como la “inhabitación” de Dios en el mundo, con el empleo de pericóresis se describe más bien la “inhabitación” del mundo en Dios. En la teología de la shekinah, Moltmann ve el trasfondo para la cristología neotestamentaria (cf.Jn. 1:14, Col. 2:9) y la “inhabitación” del Espíritu (cf. 1 Co. 6:19), ambas fundadas en la kénosis de Dios.
¿Qué querrá decir con el título “una lectura sistemática” en el cuarto capítulo? Bien, se refiere a la lectura sistemática del pensamiento moltmanniano escatológico-trinitario, partiendo de la tesis de este libro de que nuestro teólogo “ha contribuido de manera especial y de forma decisiva a la renovación trinitaria de la teología en aquel ámbito en que su influencia se echaba de menos: la escatología”. Taranzano sostiene que no hay ningún trabajo en español que intente sistematizar las líneas centrales de dicho pensamiento y hace dos afirmaciones que pueden parecer sorprendentes: “solo es cristiana una escatología trinitaria; y la ‘consumación’ de una teología trinitaria solo puede alcanzarse en una escatología-pleromatología trinitaria. Esta obra es única en este sentido y aunque no se diga en ninguna parte, sospechamos que debe ser la tesis doctoral del autor, aunque como obtuvo su doctorado en Alemania la tuvo que escribir en alemán. Sin embargo, su redactado tiene todas las trazas de estar escrito originalmente en español ya que se refiere a la inexistencia de otra u otras obras sobre el tema en esta lengua. Aparte de eso, observamos que hay algunos argentinismos, pocos en realidad, pero que denotan la procedencia del autor.
Un libro muy válido para los lectores que desconocen el pensamiento moltmanniano y quieren acercarse al mismo, porque encontrarán una exposición exhaustiva de la obra del gran teólogo de Tubinga que ha escrito más de cincuenta libros.
Pedro Puigvert