C.H. Spurgeon - Editorial Peregrino, Moral de Calatrava, Ciudad Real, 2012. 102 págs.
Siempre es una delicia recibir una obra nueva del "príncipe de los predicadores" y poder degustar algun rico manjar de su sobresaliente pluma. Este libro contiene cuatro de sus, famosos, mensajes sobre los pasos esenciales en el camino a la vida eterna, con los siguientes enunciados:
Hace poco tiempo un predicador me pedía consejo sobre los volumenes de sermones que tenemos a disposición en estos momentos, con una salvedad: los de Spurgeon me ahogan con su excesiva riqueza; y tenía razón, no se puede leer a Spurgeon si se quiere leer un mensaje como el que se predica en la mayoría de nuestras iglesias hoy.
Los mensajes de Spurgeon estan salpicados de: preguntas, poesias, gran riqueza de lenguaje figurativo, propuestas, invitaciones, cuestionamientos, etc... que exigen una lectura reposada y atenta, aún con el buen trabajo de los traductores que nos los sirven en el lenguaje más actual posible (he de confesar a este respecto, que he tenido que recurrir al diccionario para aclarar una palabra que el traductor a utilizado ajustándola al significado original), como no hay mejor explicación que un ejemplo, dejadme transcribir un párrafo del primer mensaje: "He de confesar que mi alma se deleita de manera muy especial cuando predico a Cristo. Espero no cansarme nunca de predicar ningún aspecto de la verdad divina, pero mi gran deleite es predicar al Maestro; Él es el meollo de la predicación.
Predicar a Jesucristo no es como poner los platos y los cubiertos para la fiesta, sino más bien como ofrecer el pan mismo; en las labores rurales, no es como estar cercando un campo o cavando acequias o sembrando, sino como atar las doradas gavillas para llevar la cosecha al granero. Si queremos recoger una copiosa cosecha, hemos de sembrar semilla empapada en la sangre del Calvario; y si lo que deseamos es ser llevados nosotros mismos más cerca de Cristo, no vayamos a Moisés en busca de ayuda, sino acudamos directamente a Él. Hemos de ir a Cristo para llegar más cerca de Él".
Pese a lo que podrían parecer escollos en la lectura, recomiendo encarecidamente este libro por su buen planteamiento de los puntos imprescindibles en la exposición del mensaje salvífico.
E.V. Giró,Barcelona