Mariano F. Urresti.
Ediciones Luciérnaga, 2017, 320 pp
Aunque formulado a modo de pregunta, este libro lo que pretende es intentar descubrir cuando será el fin del mundo. A pesar de llevar el título del último libro de la Biblia, si alguien se anima a leerlo, no espere encontrar un comentario o una reflexión sobre dicho libro novotestamentario, porque en realidad pertenece a un tipo de literatura de ficción fantástica difícilmente clasificable, en que hay una mezcla de todas aquellas cosas que aparentemente son espectaculares para asombrar al lector ávido de sucesos raros y legendarios que se supone han acontecido o que se espera que sucederán, con otros que no lo son tanto. Como el autor mezcla leyendas con relatos bíblicos, se ve su intencionalidad de hacer creer al lector que la Biblia en realidad es un libro lleno de leyendas, mitos y anuncios ficticios. Aunque Urresti es licenciado en Historia, escribe esta obra más bien como periodista y en ocasiones como novelista, aunque quiera colarnos, por las referencias bibliográficas al final, que se trata de una obra más o menos erudita y digna de crédito. No dudamos de los datos que aporta, pero sí de su interpretación ¿Por qué se empeñarán algunos en asociar el nombre apocalipsis con el esoterismo y la enfermiza obsesión por el fin del mundo? El libro bíblico de Apocalipsis empieza con esta palabra que significa revelación y añade de Jesucristo, es decir, ante todo es un libro cristológico escrito para infundir aliento a una iglesia débil y perseguida, al presentar a Jesucristo como el Soberano Señor que tiene bajo su mano el control de la historia, y no un libro para excéntricos ávidos de descubrir cuando será el fin del mundo.
Como en esta revista nos ocupamos en reseñar los libros de temática propia de las ciencias bíblicas y este libro no entra en esta categoría, a pesar del título, lo hacemos por deferencia hacia la editorial que nos lo ha enviado, aunque advirtiendo que no es el tipo de literatura que aconsejamos al lector que busca libros para su crecimiento personal en el conocimiento de Dios y de su Palabra. Sin embargo, seguimos la premisa del apóstol Pablo: examinadlo todo; retened lo bueno. Lo primero es fácil de hacer, lo segundo resulta casi imposible en el caso de este libro.
Que es una mezcla de todo un poco, un totum revolutum, es obvio porque solamente hay que mirar el índice para darse cuenta. ¿Qué tienen que ver, los profetas de Yahweh con el calendario maya? O, ¿la profecía de san Malaquías, no confundir con el profeta bíblico Malaquías, las centurias de Nostradamus, un supuesto código secreto de la Biblia y las apariciones marianas? Solamente que se las ha adornado de una aureola de espectacularidad o de misterio y las masas ávidas de lo que aparentemente es extraordinario, han actuado como comparsas para beneficio de los especuladores. Comparar las profecías bíblicas con las pseudoprofecías de las apariciones marianas es un despropósito de proporciones desmesuradas.
Pedro Puigvert