Mártires por la fe

Félix Benlliure,
Editorial Clie, Viladecavalls, 2015. 389 págs.

Antonio Cruz reseña esta obra en Protestante Digital  http://protestantedigital.com/cultural/38465/Historia_de los_Hugonotes_mártires_de_la_fe y nos dice: «Félix Benlliure es un hombre comunicativo y alegre. Buen conversador, extrovertido y amigo de sus muchos amigos. De perfil inquieto y corazón generoso. Amante de la teología, la historia y los idiomas modernos. Es descendiente por vía materna de los protestantes franceses, conocidos como hugonotes. No cabe la menor duda de que tal origen ha motivado siempre en él un gran interés por este tema, que ahora materializa en un segundo libro, Mártires por la fe: Historia de los Hugonotes, publicado recientemente por la editorial Clie.

El sufrimiento injusto que padecieron aquellos compatriotas suyos, a causa de sus creencias religiosas, es algo que corrobora, una vez más, las palabras de Jesús a sus discípulos: En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido  al mundo (Jn. 16:33). Por desgracia, esta sentencia del Maestro se ha venido cumpliendo a lo largo de la historia en múltiples escenarios y países, certificando que la auténtica paz no la proporcionan las ideologías religiosas, políticas o sociales sino la persona de Jesucristo. Tuvimos la oportunidad de acompañarle a varios museos del sur de Francia con la finalidad de recabar información, permisos e ilustraciones para esta obra, que le fueron amablemente concedidos. Los seis capítulos en que se divide el libro dibujan el conflicto religioso europeo acaecido durante los siglos XVI al XVIII. De manera especial, la introducción y consecuencias de la Reforma en una Francia que alardeaba de poseer un Dios, un rey y una sola religión, la católico romana. Como era de prever, pronto se inició la persecución contra los “herejes” disidentes hugonotes. Con el transcurrir del tiempo, el enfrentamiento entre católicos y protestantes dio lugar a guerras civiles que duraron desde 1562 a 1598. Treinta y seis años en total. El episodio más sangriento de tales luchas fue, sin duda, la matanza de veinte mil hugonotes llevada a cabo la noche de San Bartolomé. Es decir, el 24 de agosto de 1572. Sin embargo, el número total de protestantes que perecieron ese día en diferentes ciudades francesas, según los diversos historiadores, oscila entre 70.000 y 100.000 personas.

El autor del prólogo de Mártires por la fe, Juan Antonio Monroy, se suma a la queja de Emilio Castelar, acerca de lo pronto que se olvidan estos dramas de la historia y señala que la edición de 1772 de la Enciclopedia de la Revolución Francesa, dirigida por Diderot y D’Alembert, “no contiene ni una sola línea sobre la matanza de hugonotes en Francia. El Diccionario Filosófico de Voltaire, contemporáneo de Diderot y D’Alembert, tampoco menciona el hecho. La Nueva Enciclopedia Larousse le concede exactamente tres líneas en el quinto tomo…” Ante el olvido de esta amarga página de la historia, el libro de Benlliure viene a refrescarnos la memoria para que jamás vuelvan a cometerse semejantes atrocidades. Aunque parezca que las sociedades humanas aprendan de su pasado, lo cierto es que en algunos rincones del mundo se siguen realizando todavía hoy las mismas barbaridades. Mártires por la fe, de Félix Benlliure, es pues una obra histórica que viene a llenar un vacío importante en la literatura evangélica de habla hispana y que, desde mi modesta perspectiva, recomiendo con satisfacción».

Hasta aquí la reseña de Antonio Cruz sobre esta obra que se estructura en cinco capítulos y dos apéndices.

El primero hace referencia a la situación religiosa en Europa, el segundo y el tercero trata acontecimientos que tuvieron lugar en el siglo XVI. Lo más estremecedor de este relato, el vertiginoso descenso de la maldad humana a las profundidades del horror, es la descripción que hace Benlliure de la matanza padecida por los hugonotes en aquella noche sin fin.

El cuarto capítulo de la obra, que se inicia con la promulgación del Edicto de Nantes y concluye con su revocación, abarca los dos últimos años del siglo XVI y se prolonga hasta quince años antes de que concluya el XVII. Aquí Benlliure es consciente de que a la Historia incumbe ilustrar a los pueblos acerca de la trascendencia de sus actos, aunque algunos de ellos hagan retroceder a la posteridad con espantoso sacrilegio. El Edicto de Nantes abrió una nueva era para Francia y para la humanidad. El protestantismo, señala Benlliure, fue un paso hacia lo porvenir, hacia el progreso. La Iglesia oficial dejó de pensar en destruir por la violencia a los seguidores de la Reforma y se comprometió a vivir con ellos sobre una base de igualdad.

En el quinto capítulo de la obra, el autor nos lleva de la mano hasta las postrimerías del siglo XVIII, con la firma del Edicto de Tolerancia por parte de Luis XVI. Destaca el permanente combate para que los protestantes sean libres de una vez en el interior de un siglo problemático. Escribe con serenidad y profundidad sobre este siglo, llamado el de la ilustración, en los albores de una fiebre revolucionaria que se extendería por toda Europa hasta mediados del siglo XIX.

Se cierra con dos apéndices: Uno sobre los reyes de Francia y otro sobre las guerras de religión. El autor ofrece una relación de nueve reyes franceses implicados en las persecuciones de los hugonotes. Ocuparon el trono desde el año 1515 hasta 1793. Fueron reyes absolutistas –«el Estado soy yo»–, despóticos, representantes de una monarquía que se consideraba señora y dueña única de sus súbditos.

Pedro Pérez,