Ernesto Trenchard.
Centro Evangélico de Formación Bíblica (C.E.F.B.), 2015, 71 pp.
De la factoría de las clases que D. Ernesto, como se le conocía familiarmente, surgió este pequeño comentario que se ha editado nuevamente, puesto que existía como Cuaderno de Estudio. Eclesiastés es un libro fascinante que pertenece a la literatura sapiencial hebrea, del que aquí no se hace una exposición porque la misma la podemos leer en la obra que también reseñamos en esta revista digital en la que el mismo autor hace una introducción.
El librito está estructurado en tres capítulos, del que el primero es la introducción y el resto una exposición breve del contenido dividiéndolo en dos partes. La introducción trata específicamente del lugar que Eclesiastés ocupa en el canon del AT y en relación con esto, se hallaba en los meghilloth (escritos) siendo el último de los cinco, de su autoría, contenido, temas y teología.
El capítulo 2 del librito es una exposición de los capítulos 1 al 6 del Divere Qohélet, frase del texto hebreo que ha sido traducida por Palabras del Predicador, aunque hay muchas discusiones sobre su verdadero significado. En una nota a pie de página se dice que los eruditos se inclinan hoy por “disertador” en vez de “predicador”. Es un comentario por porciones del texto expresado de manera breve, como si fueran bosquejos de sermones susceptibles de ser ampliados en un estudio, ya que fue diseñado con este propósito.
En el último capítulo tenemos la exposición del resto del Qohélet, en que trata asuntos tan importantes como la realidad de la muerte, el valor de la moderación en todo, la creación del ser humano y el conocido pasaje con abundantes metáforas que expresan lo que es la vejez y el fin con la llegada de la muerte. Mi profesor de exégesis de este libro decía que entre los vv. 6 y 7 del capítulo 9, se había producido la conversión del predicador porque a partir de ahí sus obras ya eran agradables a Dios. Es muy oportuna la frase que dice: “A él no le fueron reveladas las maravillas de <la vida más allá del sol> de modo que sería una locura exegética fundar doctrinas en cuanto a la vida venidera sobre las frases ya citadas del fin del v.10” del capítulo noveno. Esta advertencia debe tomarse en consideración y no interpretar el AT como si leyéramos el NT, porque el contexto amplio es siempre necesario.
Como estudio introductorio a Eclesiastés es muy apropiado, pues nos dará una visión de conjunto que nos permitirá ahondar más con la lectura de otros libros, como algunos de los que se mencionan en la Bibliografía que ha sido actualizada por los editores, ya que todos ellos se han publicado después que Trenchard pasara a la presencia del Señor.
Pedro Puigvert