Ambrosio de Milán - Editorial Ciudad Nueva, Madrid, 2011. 208 Págs.
“Ambrosio de Milán es uno de los cuatro Padres de la Iglesia Latina y uno de los 33 Doctores de la Iglesia. Aparece a los ojos de la historia como un grande, dejando su impronta en eventos relevantes: la conversión de San Agustín; su contribución al esclarecimiento del papel de la autoridad de la Iglesia frente al poder civil de la época; o, también por ser valedor de la unidad de la Esposa de Cristo frente a la herejía arriana, etc..Fue un campeón de la transmisión de la fe. Destaca su predicación a través de las homilías. Se apoyó en el estudio sistemático de la Sagrada Escritura, como elemento imprescindible para sustentar y difundir el mensaje cristiano”. (Manuel Navarro Maderos).
La clase social a la que pertenecía, su formación cultural y su carrera política distinguieron y prepararon a Ambrosio para asumir el episcopado de Milán. Nació en Tréveris (339), hijo del Prefecto de la Galia, a la muerte del padre la familia se traslada a Roma, donde se preparó para la vida política, y en el 370 fue nombrado Prefecto-gobernador de Liguria y Emilia con residencia en Milán, siendo un catecúmeno cristiano. Milán se hallaba dividida entre partidarios del Concilio de Nicea (ortodoxos) y simpatizantes del arrianismo. En el 374 muere el obispo Auxencio de la corriente arriana; se debía elegir sucesor en la basílica milanesa; en previsión de conflictos violentos, Ambrosio quiso apaciguarlas, como prefecto, con autoridad política y ya que gozaba de gran prestigio, los votantes le aclamaron como obispo. A pesar de su oposición, recibió al mismo tiempo el bautismo y la ordenación episcopal. Era un hombre de gran formación, pero no sabía teología. Estudió con gran dedicación la Biblia, las obras de Orígenes, Basilio de Cesarea, Filón y otros. Con esta preparación llegó a destacar en la predicación y también por sus escritos (en diversas ocasiones contra la deficiencia moral y contra el deseo de riqueza. Resulta bien conocido por el hecho de haber dado a los pobres todas las riquezas que había acumulado antes de su consagración episcopal). Ambrosio destacó por sus escritos, en especial por sus tratados sobre temas del Antiguo Testamento.
En el escrito Sobre Abraham, quizá como en ningún otro tratado de Ambrosio, se nos muestra claramente su personalidad, sobre todo porque manifiesta su inclinación a la predicación moral y sus dotes exegéticas para interpretar la Sagrada Escritura. Analizando los dos libros que componen esta obra podemos observar claramente sus diferencias. El Libro primero lo constituyen un conjunto de sermones y muestra claramente la explicación oral dirigida a los catecúmenos. El tema central del libro es la vida de Abraham desde su vocación hasta su muerte, tal como se narra en Génesis 12 a 25. Toda la enseñanza moral que transmiten tiene muy en cuenta las costumbres y circunstancias de su auditorio; por eso su comentario y exégesis se enriquece con referencias continuas a la vida concreta con ejemplos prácticos. El Libro segundo también está centrado en la vida de Abraham, desde la vocación hasta la promesa del hijo, Isaac. Es evidente el enfoque y el modo de tratar los temas: Abandona el tratamiento moral sencillo y simple para desarrollar las cuestiones con un sentido superior. Esto significa que abunda una exégesis alegórica y la introducción frecuente y amplia de cuestiones filosóficas. También las fuentes en las que se inspira Ambrosio son distintas para el Libro primero y segundo.
Esta cuidada traducción es la primera edición íntegra de la obra que se publica en lengua castellana, y contiene dos amplios índices: el bíblico y el de nombres y materias.
E.V. Giró – Barcelona