Stephen Nelson Rummage - Editorial Portavoz, Grand Rapids, Michigan, EE.UU., 2011. 222 págs.
La predicación bíblica es culminante para la buena salud y potencia de la Iglesia. Desde el principio de la Iglesia novotestamentaria las etapas destacables, Reforma, expansión misionera, crecimiento y avivamientos, están ligados a épocas de fuerte predicación bíblica. No cabe duda que la predicación de la Palabra de Dios es uno de los distintivos de los tiempos apostólicos, los padres de la iglesia más destacados, entre ellos los primeros apologistas, fueron potentes predicadores expositivos de las Escrituras, y así surgieron los iniciales teólogos como: Orígenes, Tertuliano, Jerónimo, Ambrosio y Agustín. Destacados reformadores y los puritanos fueron algunos de los predicadores expositivos más sobresalientes que se hayan conocido; los grandes avivamientos históricos fueron resultado de la predicación doctrinalmente bíblica. Esto es consecuencia de que le agradó a Dios designar a la predicación como el medio más potente para salvar a los que creen (1Co.1:21).
Pero desde el pasado siglo muchos de los cristianos evangélicos se han dedicado a imitar las estrategias comerciales para impactar, ayudados con la tecnología avanzada actual, para llamar más la atención y conmover a los inconversos y a los miembros de las mega-iglesias y otras, en lugar de adoctrinar y fundamentar; reemplazando la predicación bíblica, por discursos débiles y a ser posible de escasa duración.
Desde años recientes se da un vuelco a esta triste dinámica y estamos viendo un buen número de libros -algunos como consecuencia de las nuevas pautas de los rectores y cuerpo docente de los seminarios- con el afán de volver a la auténtica predicación bíblica y devolverla a su primordial lugar central en las iglesias. Entre varios libros destacados, aquí presentamos: Planifique su predicación, donde se nos dice: Para predicar siempre con calidad es necesario una buena planificación. Se desarrollan para ello varios temas: ¿Cómo planifica y se prepara el predicador para el largo alcance de su ministerio de predicación? ¿Cómo puede asegurarse de abordar los temas que su congregación necesita oír? ¿Cómo puede asegurarse de hablar regularmente de las doctrinas importantes? ¿Cómo puede el predicador aprovechar al máximo las celebraciones cristianas como la Navidad y la Pascua? ¿Cómo se planifican y programan las series sobre temas o libros de la Biblia? ¿Cómo deben tratarse los días especiales como el día de la madre, el día del padre y otros eventos? ¿Qué dirección deben tomar las predicaciones de un pastor en el transcurso del año? El propósito principal de este libro es brindar orientación a los pastores y predicadores, para confeccionar un calendario trimestral, semestral o anual, crear un plan de predicación extenso y escrupulosamente meditado, y para ello se examinan: Razones para planificar su predicación. Determinar su estrategia de predicación. La mecánica de la planificación. Planificación de series expositivas. Planificación para las ordenanzas. Planificación para los días especiales. Planificación para la predicación doctrinal. Planificación para la predicación pastoral. Aprender del plan antiguo. El plan puesto en marcha.
Una de las formas que se destacan en este resurgir de la predicación bíblica es la predicación expositiva, el predicar series sobre los libros de la Biblia como lo hicieron los grandes predicadores, desde Juan Crisóstomo, Martín Lutero, Juan Calvino, hasta Martín Lloyd-Jones. Dios ayude para que con este renuevo o resurgimiento de la predicación bíblica y estos libros, con la dirección del Espíritu Santo, muchos lleguen a la convicción que hizo exclamar al maestro de la predicación G. Campbell Morgan: “Predicar para mí es la mayor diversión del mundo. Preferiría predicar a hacer cualquier otra cosa”.
E.V. Giró – Barcelona