Orígenes - Ed. Ciudad Nueva, Madrid, 2012. 160 págs.
En el Diccionario de Pensadores Cristianos, Xabier Pikaza, nos presenta a Orígenes (185-254) como: “Exegeta, filósofo y teólogo alejandrino. Es para muchos el más grande de los pensadores cristianos de fondo helenista, el primero que interpretó el conjunto del mensaje de Jesús y de la vida cristiana con categorías de tipo neoplatónico. Su obra cumbre, el Peri Arjôn, conservada en gran parte en latín (De Principiis), es una de las aportaciones mayores al pensamiento cristiano de todos los tiempos”. “Hubo desde el principio algunos teólogos contrarios a las enseñanzas de Orígenes, pero su autoridad era tal que nadie se había atrevido a condenarle de un modo explícito. Eso lo hizo solamente Justiniano, emperador de Constantinopla, que tenía aires de teólogo y autoridad de monarca divino. Él mismo reunió algunas de las enseñanzas de Orígenes, tomadas de su Pero Arjôn, y logró que las condenara el Sínodo de Constantinopla del año 543. Resulta triste que el mayor teólogo de la Iglesia fuera condenado de esa forma, tres siglos después de haber vivido, en unas circunstancias teológicas distintas”.
Orígenes fue laico buena parte de su vida, pues su labor magisterial no requería la ordenación. Tenía tantos seguidores-alumnos que vio la necesidad de fundar una escuela de estudios avanzados en su Alejandría natal. Tras unos problemas con el obispo Demetrio por haber sido ordenado presbítero, y por haberse emasculado de joven, se estableció en Cesarea de Palestina donde fundó una escuela teológica.
La obra literaria de Orígenes fue inmensa. Orígenes siempre se tuvo por exegeta del texto sagrado. Entre sus obras, destaca la Hexapla, los escolios, las homilías y los comentarios. El pensamiento de Orígenes es teocéntrico, todo gira al rededor del Dios Trino, y en última instancia del Padre. Jerónimo comenta que Orígenes compuso infinidad de homilías sobre variados libros bíblicos y preservó 9 de las 32 homilías sobre Isaías.
Los editores de la presente obra nos dicen: “Todas las homilías de Orígenes nos permiten conocer su técnica exegética y su modo de comprender la Biblia; y estas, sobre el profeta Isaías, contienen interesantes elementos de teología: la interpretación trinitaria de la visión de los dos serafines, tan relevante en el desarrollo de la teología, tiene aquí una de sus expresiones más acabadas; asimismo, la trascendencia divina, la cristología, el significado de la vocación cristiana y del progreso espiritual, entre otros temas, son abordados en estas nueve homilías siguiendo el texto bíblico del profeta Isaías. Además, estas homilías contienen algunos interesantes datos históricos que iluminan la vida litúrgica y doméstica de las comunidades cristianas del siglo III”.
Un pequeño fragmento de la Homilía IV, (Isasías 6:3): “Por ello clamaba uno al otro, y decían: ¡Santo, Santo, Santo!. No era suficiente para ellos decir ¡Santo!, una sola vez, ni dos, sino que, para que manifieste la pluralidad de la santidad de Dios, toman el número perfecto de la Trinidad, que es la comunión de la santidad poseída tres veces; a la santidad del Padre se le une la santidad del Hijo y del Espíritu Santo. Pues tanto el santificador como los santificados, todos provienen de uno solo. El que santifica es el Salvador que, en cuanto hombre, recibe la santidad de parte de Dios Padre. Pues bien, dicen: ¡Santo, Santo, Santo, Señor de Sabaot!. Según lo que transmite Áquila, Sabaot quiere decir Señor de los ejércitos”.
La presente traducción es la primera edición íntegra de esta obra que se publica en lengua castellana.
E.V. Giró – Barcelona