Apuntes sobre la filosofía de la revelación de F.W. J. Schelling (1841-1842).

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Sǿren Kierkegaard.
Editorial Trotta, 2014, 154 pp.

El título del libro no muestra la totalidad de su contenido. Va mucho más allá de los apuntes que tomara el teólogo danés cuando asistió a las clases que impartía en Berlín el filósofo Friedrich Wilhelm Joseph Schelling, uno de los máximos exponentes del idealismo alemán que ocupaba la cátedra que había dejado Hegel. En realidad el libro está dividido en dos partes. La primera es una introducción sobre Shelling y Kierkegaard: la génesis de la angustia contemporánea, a cargo de los catedráticos Fernando Pérez-Borbujo de la Universidad Pompeu Fabra, Francesc Torralba de la Universidad Ramón Llull y Jacobo Zabalo de la Universidad Pompeu Fabra. Esta introducción ocupa prácticamente la mitad de la obra.

En la primera parte, sus autores nos ofrecen el contexto histórico y filosófico de la segunda parte que corresponde a los apuntes que tomó el padre del existencialismo cuando fue a escuchar durante unos meses, 42 sesiones, de noviembre 1841 a febrero 1842, al viejo profesor que impartía sus clases en la Universidad de Berlín. Opinan los profesores que “la relación entre ambos autores será determinante para entender el giro que tomará la producción kierkegaardiana posterior y su influjo en todo el pensamiento existencialista del siglo XX”. Schelling era hijo de un pastor luterano y había estudiado teología y Kierkegaard, era teólogo luterano. Esta relación entre los dos teólogos es importante para entender el origen de la comprensión contemporánea de la angustia, especialmente debido a la obra del danés “El concepto de la angustia”.

De los apuntes del teólogo danés nos ha interesado de manera especial la concepción de la cristología que enseñaba el filósofo prusiano. Para él la cristología “no se limita a la irrupción, en un kairós temporal, de un ser humano que se arroga la condición de Hijo de Dios; la encarnación como irrupción de lo divino en una plenitud de los tiempos”. La cristología de Schelling concibe a Cristo como una potencia, la del Hijo, que, junto al Padre y al Espíritu, posee el mismo ser como dominio. Sin embargo, no echemos las campanas al vuelo, sin antes fijarnos en su exégesis sobre el Siervo de Yahweh en la cuarta canción del siervo de Isaías 53. Su interpretación de esta figura será determinante para la filosofía de Schelling de la Revelación. Esta se desarrolla en tres estadios o eones, el del Padre, el del Hijo, que incluye dos períodos, y el del Espíritu Santo. Los autores de la introducción lo explican de este modo: “En el primer estadio del eón del Hijo este es negado, momento que se corresponde con la figura del siervo de Yahweh. Dicho período se corresponde con el paganismo y la mitología, donde la esencia divina, manipulada por el hombre, actúa como potencia, pero no según su voluntad sino según su esencia: <el Mesías es el ungido como rey, pero el Ungido aún no es rey. El Antiguo Testamento describe no tanto su sufrimiento futuro como presente, él está sufriendo desde el principio de la creación, como una potencia excluida del Seyn, en la más profunda humillación>”.

 Seyn, es un término alemán que Schelling usa para referirse al ser o absoluto. Evidentemente, esta interpretación no guarda ninguna relación con el contexto profético y mucho menos con la figura del Siervo de Yahweh y su identificación con Jesús en el NT (Mt. 8:17, 1 P.2:21-25).

Cabe destacar la labor del traductor de los apuntes, una labor muy difícil de realizar. Al ser apuntes tienen las características propias de esta forma de escritura, es decir, adolecen de una serie de defectos, como por ejemplo, fragmentación, no están completos, falta de orden, confusión, erratas, muchas abreviaturas, puntuación incorrecta, redacción sintáctica incoherente, falta concordancia, entre otras muchas. Y eso no es todo, porque está el asunto del idioma. Schelling daba las clases en alemán y Kierkegaard lo anotaba en danés. Este, en ocasiones mantiene el original alemán para aquellos conceptos más relevantes y a veces traslada al danés expresiones originales alemanas. El traductor ha optado por respetar estas peculiaridades. Ha puesto entre corchetes la traducción de numerosas expresiones en latín, griego, hebreo y alemán del original.  Los apuntes se interrumpen el 4 de febrero. Aunque no se sabe el motivo, es posible que decepcionado por las clases dejara de tomar apuntes porque hay constancia que asistió a unas cuantas más. Trotta ha hecho un magnífico trabajo publicando estos apuntes con la brillante introducción de los profesores mencionados, que nos acerca al pensamiento filosófico de un valioso intelectual, aunque no compartamos la mayoría de sus ideas.

Pedro Puigvert

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