El cordón de grana

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cordonS. Stuart Park
Ediciones Camino Viejo y Publicaciones Andamio, 2013, 279 pp.

En la revista SÍNTESIS nº 39/2•13, Francesc Closa escribió un excelente artículo sobre Ediciones Camino Viejo y la obra literaria de S.Stuart Park. El último libro que menciona es precisamente el que nos disponemos a hacer su recensión, ya que Closa solo hizo un breve comentario al mismo. Después de este, han aparecido otros que iremos comentando en sucesivas entregas.

Con una presentación exterior e interior extraordinariamente cuidada, el título  “El cordón de grana” alude al cordón rojo que Rahab colgó en la ventana de su casa cuando Israel conquistó Jericó, como señal para que ella y su familia no fuesen destruidas. El subtítulo es el que expresa el contenido del libro: “Historias de mujeres en la narrativa bíblica”. No se mencionan a todas las que aparecen en las Escrituras, sino que el cordón de grana es un símbolo de la línea mesiánica que se extiende desde Eva hasta María la madre de Jesús. Han sido seleccionadas por el autor porque aparecen en la genealogía de Jesús, aunque muchas de ellas no presenten una biografía digna del linaje del Señor. Tampoco faltan mujeres cuyo papel ha dejado mucho que desear, como Eva. Llama la atención que la Biblia registra la historia de muy pocas mujeres malas. También se mencionan otras y algunas anónimas. Este libro tiene el objetivo de honrar a todas las mujeres que desempeñaron un papel trascendental en la historia de la salvación. Al contar la historia de estas mujeres  es necesario explicar el marco de la vida de cada una.

No descubrimos  nada nuevo si decimos que el libro está magníficamente escrito con el estilo característico de un autor que domina el español como pocos y eso que nació en Inglaterra. Claro, hay que decirlo todo, no solo está licenciado en Filología Románica, sino que además es doctor en literatura española. S.Stuart Park, sabe convertir la teología en poesía, aunque escribe en prosa. De ahí que la lectura de sus libros no solo genera conocimiento, sino también deleite a los amantes de las buenas letras. Pero para no exaltarle desmedidamente, diremos que nos han sorprendido algunas expresiones, como por ejemplo, cuando alude a los redactores del libro de Génesis y  a su autor a la vez. Este es Moisés, aunque no lo menciona explícitamente, pero ¿Quiénes son los redactores? ¿Participa de la teoría documental, según la cual el Pentateuco fue una compilación de varios documentos redactados en diferentes lugares y tiempos? Luego, con toda claridad,  nos dice con referencia a la alegoría de Sara y Agar: “Este no es el lugar para analizar la manera en que Pablo realiza su exégesis, baste decir que el apóstol autoriza, a nuestro entender, una lectura <alegórica> de la Historia bíblica”. Precisamente, la alegorización de la Biblia ha conducido a errar a muchos a lo largo de la historia. En cuanto a esto, dice una autoridad en hermenéutica bíblica sobre Gá. 4:21-31: “¿Justifica este caso que nosotros interpretemos alegóricamente otros textos de la Escritura? Precisamente lo excepcional del texto de Pablo en cuestión, así como de las circunstancias que lo motivaron, no da pie para que otros después se tomaran toda clase de libertades alegorizando aun los pasajes más simples cuyo significado verdadero no es otro que el literal. La alegorización a la que Pablo recurre en su carta a los Gálatas es parte de un argumento ad hominen, es decir,  fundado en las personas a quienes se dirigía, y por tanto, difícilmente repetible” (J.M. Martínez, Hermenéutica Bíblica, p. 170). Estamos totalmente de acuerdo con esta frase.

Pensamos que esta obra, ganaría en rigor si el autor tomara la decisión de transcribir el tetragrámaton vocalizado correctamente como Yahweh y no como Jehová. En Ester hay un fallo, porque primero se dice que era prima de Mardoqueo y después sobrina. En total son 20 capítulos, aunque para María ha dedicado dos. Park tiene la habilidad de relacionar la historia bíblica con otros textos a modo de aplicación. Un libro excelente.

Pedro Puigvert

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