George Borrow en España

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C.E.F.B. Comisión de publicaciones.
Editado por Ken Barrett, 2017. 196 pp.

¿Quién no ha oído hablar de George Borrow en los ámbitos evangélicos de nuestro país? Sus aventuras recorriendo la península ibérica distribuyendo la  Biblia alcanzan un nivel épico extraordinario, porque en el siglo XIX eso era entrar en el coto cerrado del catolicismo, el cual  era el amo y señor de la piel de toro. El conocido libro  de Borrow “La Biblia en España”  relata  las aventuras  de D. Jorgito el Inglés, como se le conocía   gozó de mucha difusión en  inglés. En España, D. Manuel Azaña,  que llegó a ser presidente de la II República española (1936-39), lo tradujo y prologó en 1921, unos ochenta  años después que Borrow, en plena guerra carlista (1833-39), recorriera la península Ibérica distribuyendo una edición del NT sin notas y comentarios en la versión de Felipe Scío de San Miguel obispo de Segovia. Borrow, además de “colportor” (distribuidor ambulante de biblias y libros),  tenía gran facilidad para aprender idiomas, destacando como  lingüista. Fue capaz de aprender el zincaló, el idioma de los gitanos españoles y fomentar la traducción del evangelio de Lucas y haberlo editado  en esta lengua.

 El libro que reseñamos recoge un número importante de escritos y conferencias que muestran los motivos de su venida y estancia en España en calidad de enviado por la Sociedad Bíblica Británica y Extranjera como agente distribuidor  de la Biblia por las ciudades y pueblos de nuestro país. En aquella época, venir a España era algo así como vivir una aventura romántica y peligrosa hasta cierto punto, porque aparte de la guerra civil que se libraba, se añadía el rechazo de la gente espoleada por el clero católico cuando se le mostraba un ejemplar del NT, aunque el traductor hubiera sido un obispo.

El primer capítulo es obra del editor y trata sobre la misión del agente bíblico en España con toda la problemática que implicó. Barrett es un misionero británico que empezó a investigar sobre Borrow a finales del siglo pasado y se ha convertido en un especialista del tema. El segundo capítulo está destinado al análisis de los escritos de la prensa española de carácter político y religioso de aquella época (1836) en que Borrow es el protagonista. Sorprende el atrevimiento que este, juntamente con Graydon, el otro agente de la Sociedad Bíblica tenían, al publicar artículos en la prensa con un lenguaje muy fuerte contra el catolicismo, pero que a la larga resultó negativo por la reacción de las autoridades civiles españolas presionadas por la jerarquía católica. El autor es Antonio Giménez Cruz, extremeño, que estudió y trabajó en EEUU y ha escrito sobre los viajeros ingleses en la Península Ibérica.  En el capítulo tercero, Sir Angus Fraser, que fue presidente de la Sociedad George Borrow, que aparte de su carrera política publicó más de cien artículos sobre los gitanos, Borrow y contrabandistas, narra el encarcelamiento en la mejor y más cómoda celda en Madrid del agente de la Sociedad Bíblica, un hecho que este intuía que podía beneficiarle para su labor cuando le dejaran libre, lo que sucedió a la semana y media.  Sin embargo, tanto él como Graydon deberán trabajar de manera más prudente y centrarse en la difusión del NT en vez de toda la Biblia.

El capítulo cuatro es del mismo autor del tercero y trata sobre los colaboradores olvidados de Borrow en España, la mayoría españoles a excepción de algún extranjero. Timoteo Glasscock, misionero inglés en España, escribe el quinto capítulo sobre Borrow y su traductor Manuel Azaña. El sexto capítulo es un artículo corto, obra del insigne filósofo Miguel de Unamuno con el título “Borrow y la xenofobia española”. En el capítulo siete, Kathleen Cann, que fue la primera archivista (mejor archivera) de la Sociedad Bíblica de 1966 a 1987, escribe sobre George Borrow y la religión. Hay opiniones diversas y encontradas sobre si Borrow era un cristiano auténtico y parece ser que lo que mejor cuadra es  que era un protestante nominal que difundió la Biblia y que la leía, pero no pertenecía a ninguna iglesia. El octavo capítulo es obra de la Dra. Ann Soutter, presidenta de la Sociedad George Borrow, exponiendo los viajes por España del agente bíblico. Insiste en que Borrow no era un misionero, sino un distribuidor.  El capítulo noveno lleva por título “George Borrow y el inicio de la presencia protestante en Salamanca”, elaborado por Rubén Lugilde Yepes, presidente de la Asociación Cultural Evangélica Jorge Borrow ubicada en Salamanca. Tiene todas las trazas de ser una conferencia con motivo de un curso sobre el protestantismo. Pero al ser este libro un conjunto de artículos de varios autores sobre un mismo personaje, basándose en el libro que escribió Borrow, forzosamente hay repeticiones de hechos y fechas.

Los capítulos décimo y duodécimo han sido escritos por el editor Ken Barret, contando las peripecias de Borrow por lo más agreste de España (Galicia y Asturias) en el primero de los dos indicados y el segundo se titula “Walter Starkie y el ideal gitano de George Borrow. En el primer escrito mencionado se nota la vena viajera y aventurera del inagotable agente de la Sociedad Bíblica. El segundo es una comparación entre ambos personajes, pues el irlandés Starkie, en el primer tercio del siglo XX, siguió los pasos del “colportor” inglés y publicó el libro “Don gitano”. Peter Missler es un escritor holandés que vive en España, licenciado en Egiptología que está investigando a Borrow, ha escrito el undécimo capítulo titulado” La pasión y resurrección de un evangelio de Lucas en caló”.

El libro de cierra con un epílogo del editor, una bibliografía en inglés y otra en castellano y un índice de nombres propios. La figura de un personaje como Borrow ha sido expuesta desde varios ángulos, de manera que el lector puede conocer muchos aspectos de la vida y la labor que realizó en España. Un libro extraordinario para tener un conocimiento aproximado de sus andanzas por nuestro país y que se lee casi como si fuera una novela. Felicitamos al Centro Evangélico de Formación Bíblica de Madrid por la feliz iniciativa de editar un libro sobre Borrow de estas características y a su editor por el buen y arduo trabajo realizado. De lectura recomendada para todos y especialmente para los amantes de la historia.

Pedro Puigvert