Cinco lecciones de pensamiento social cristiano

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José Sols Lucia
Editorial Trotta, 2013, 122 pp.

Tal como indica el título, el libro   recoge las lecciones de un curso que el autor impartió en 2012 en el Instituto Hispano de la Jesuit School of Theology of Santa Clara University at Berkeley (California). Confiesa el Dr. Sols que no se trata de un tratado completo de pensamiento social cristiano, sino solamente de cinco temas importantes de esta disciplina. José Sols es doctor en Teología y licenciado en Historia Contemporánea. Es director de la Cátedra de Ética y Pensamiento cristiano del Instituto Químico de Sarriá. También es Coordinador del grupo de profesores de pensamiento social cristiano de UNIJES (Centros universitarios de la Compañía de Jesús en España).

La primera lección,  trata de la construcción personalista de lo social. Desarrolla el tema sobre la base de que el ser humano es esencialmente individual y social. Que cada persona es distinta de otra es obvio y describe las diferencias de tres órdenes: el genotipo, el fenotipo y la historia. Cuando expone el concepto integrador de la persona, empieza mencionando el humanismo cristiano que ha tomado elementos de la antigua cultura griega y romana, como también del judaísmo antiguo. El concepto latino de persona  lleva la idea de sujeto de derechos, porque es persona aquel que tiene derechos. Otra idea que encierra, proveniente del concepto griego es la de personaje. Así, pues, el pensamiento social cristiano del siglo pasado está marcado por la filosofía personalista. De ahí extrae aplicaciones de un párrafo del teólogo católico norteamericano Bernard V. Brady, sobre el respeto de la vida humana en un mundo marcado por el materialismo en que son más importantes las cosas que las personas. Esto nos lleva a dos consecuencias: el aborto y el suicidio asistido. No pasa por alto que el fundamento teológico de la primacía de la persona en el pensamiento social cristiano es que el hombre ha sido creado por Dios a su imagen y semejanza (Gn. 1:26-27).En este capítulo hay varias referencias la constitución  Gaudium et Spes (Gozos y Esperanzas) del Concilio Vaticano II.

En la segunda lección, expone que la antropología cristiana es el fundamento de los derechos humanos. Aunque el lenguaje está tomado de la filosofía griega, la base de la antropología es netamente cristiana. Argumenta que si bien el humanismo occidental parte de los griegos, su concepto era parcial, porque la teoría del anthropos no era llevada  a la práctica ya que solo el varón era libre. Afirma que es el cristianismo con su doctrina de que todos los hombres son hijos de Dios, se entiende que por creación, es la que verdaderamente se fundamenta los derechos humanos.

La tercera lección, se titula “El destino universal de los bienes como marco del derecho de propiedad”. Declara que la propiedad es el pilar principal de nuestro sistema económico. Eso es algo que ocurre en todas las civilizaciones, pero la diferencia con el que enseña el cristianismo –en su caso el católico- es que el derecho comporta una función social. Critica que se haya enseñado mucho sobre el derecho de la propiedad y haya habido un olvido de su función social.

La cuarta lección es a nuestro entender la más interesante de las cinco. Lleva por título “De la antinomia capitalismo/socialismo a la economía social de mercado”. Como es lógico analiza tanto el capitalismo como el socialismo para decir que la iglesia católica se ha mostrado muy crítica con ambos. Cuando expone las etapas en la historia sobre el capitalismo incluye la más actual de todas: el capitalismo informacional. Preconiza como lo mejor, la economía social de mercado, en seis puntos siguiendo a Eugenio Recio.

Encuentra la quinta y última lección apasionante: “De la violencia estructural a la paz justa a través de la reconciliación política”. Aquí sigue el pensamiento expuesto en un libro suyo publicado hace diez años añadiéndole algunas reflexiones sobre la reconciliación política. ¿Qué es violencia estructural? El capitalismo que produce miles de pobres en el mundo; el mal reparto de la tierra; la globalización actual; las dictaduras; la justificación del tiranicidio; la teoría de la guerra justa sobre el pensamiento de Agustín de Hipona.

El libro termina con un epílogo sobre “La aportación del pensamiento social cristiano al pensamiento social contemporáneo”. Se queja que este último haya relegado al primero. Tiene razón porque parece estar de moda ir en contra de todo lo cristiano. Un libro excelente, que si tiene un pero que hacerle, es que se fundamenta más en los documentos de la iglesia católica que en la Biblia.

Pedro Puigvert

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